Es un tipo de comedia que implica exageración de la violencia física (por ejemplo, un personaje golpeado en la cara con una sartén o que se estampa a toda velocidad contra una pared). Este estilo es muy común en los tipos de entretenimiento en los cuales se da por hecho que el público entiende (y cabe decir que espera) la naturaleza hiperbólica de tal violencia en la que se exceden los límites del sentido común. Sus mayores representaciones se encuentran actualmente en los dibujos animados “cartoons” y en las películas cómicas de argumentos simples, normalmente dirigidas a un público joven. La interpretación de la comedia Slapstick, basada en una medición del ritmo exquisita, una ejecución calculada al milímetro, reacción del personaje y risa del público está considerada como una de las tareas más difíciles que un actor puede realizar.
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